Hoy acabo. Esta tarde hago el último examen al que me presento para suspender. Y entre ayer y hoy he descubierto que estoy peor de lo que pensaba. No me conozco a mi misma, me pongo triste y no sé porqué, y sólo parezco una persona más o menos normal cuando estoy con gente. Estoy amargada y desquiciada, y no es un estado de ánimo que ayude precisamente a mi carrera y estudios. Conclusión, tenía la esperanza de apenas suspender alguna asignatura y ha resultado ser todo lo contrario. Respuesta, este verano no salgo ni a la puerta de la calle, porque por mis ovarios y mi nariz que me lo saco en septiembre. Ya estoy harta de fingir una sonrisa constantemente y de engañarme a mí misma con que sé quien soy. Esto se acaba aquí porque yo lo digo, y ahora sí que sí, basta de falsas esperanzas, esto es lo que hay; no se va a mirar hacia atrás, porque lo único que veo ahora es LO QUE TENGO DELANTE.